Entre la cirrosis y la sobredosis andas siempre, muñeca con tu sucia camisa y, en lugar de sonrisa, una especie de mueca. ¿Cómo no imaginarte, cómo no recordarte hace apenas dos años? Cuando eras la princesa de la boca de fresa, cuando tenías aún esa forma de hacerme daño.
3 comentarios:
Sabina siempre me recuerda a una de mis mejores amigas:)
Ahora es demasiado tarde princesa, buscqte otro perro que te ladre princesa...:)
Jajaj es un genio sabina, :)
Me fascina Tu blog Mui bueno siggue asi :D Besso
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